Todos hemos escuchado alguna vez, expresiones como:
Se evidencia en el ámbito educativo en aquellas personas que pudiendo dar más se conforman con lo 'necesario' o 'suficiente' y siempre encuentran una razón por la que no pueden mejorar sus notas o alcanzar los objetivos puestos por el profesor.
En el ámbito profesional, se evidencia en ese empleado que siempre se atrasa en las entregas, que siempre llega tarde, siempre tiene una excusa para justificar su rendimiento inferior, y además se victimiza cuando otros empleados son promovidos, y él no.
Este aspecto de la personalidad que mide nuestro nivel de compromiso y solidaridad con nuestras propias acciones de llama 'Locus de control', y es definido en la Wikipedia1 como:
En palabras de Jonathan García Allen de Psicoloía y Mente2:
- No tuve tiempo,
- No me dejaron,
- Es que tuve mala suerte
- Es que ellos tuvieron mejores oportunidades,
- Es que mi perro se comió la tarea,
- Recuerda que Mercurio está retrógrado
- La impresora estaba dañada,
- Quien tenía que mandarme los datos necesarios, no lo hizo,
- Es que mis subalternos no estuvieron a la altura,
- Es que el jefe nunca me apoyó
- La culpa es del que estuvo antes que yo en este cargo...
Se evidencia en el ámbito educativo en aquellas personas que pudiendo dar más se conforman con lo 'necesario' o 'suficiente' y siempre encuentran una razón por la que no pueden mejorar sus notas o alcanzar los objetivos puestos por el profesor.
En el ámbito profesional, se evidencia en ese empleado que siempre se atrasa en las entregas, que siempre llega tarde, siempre tiene una excusa para justificar su rendimiento inferior, y además se victimiza cuando otros empleados son promovidos, y él no.
Este aspecto de la personalidad que mide nuestro nivel de compromiso y solidaridad con nuestras propias acciones de llama 'Locus de control', y es definido en la Wikipedia1 como:
"un término psicológico que hace referencia a la percepción que tiene una persona acerca de dónde se localiza el agente causal de los acontecimientos de su vida cotidiana. Es el grado en que un sujeto percibe que el origen de eventos, conductas y de su propio comportamiento es interno o externo a él."Existen dos tipos de LC, uno interno y otro externo. Pero es demasiado raro encontrar un individuo con un LC 100% externo, o 100% interno. Así que hablamos de un Locus de Control orientado a lo interno, o un Locus de Control orientado a lo externo.
En palabras de Jonathan García Allen de Psicoloía y Mente2:
El locus de control interno ocurre en caso de que un individuo perciba que el evento reforzador en concreto es contingente con su propia conducta. Es decir, que la persona percibe que lo que ha ocurrido externamente es gracias a su comportamiento y tiene control sobre las consecuencias externas. Por ejemplo, una persona con locus de control interno atribuye su felicidad a sí mismo. Si quiere ser feliz, puede trabajar en ello.Existen diferentes instrumentos para medir el tipo de Locus de Control, sobre todo en el ámbito laboral, ya que se ha hecho evidente que profesionales con un Locus de Control orientado a lo interno alcanzarán un mayor desempeño que aquellos profesionales (con similar perfil) que manifiesten un Locus de Control orientado a lo externo.
El locus de control externo sucede cuando el individuo percibe que un evento externo ha ocurrido de manera independiente a su comportamiento. Por tanto, el individuo asocia al azar, a la suerte o al destino, el acontecimiento que ha ocurrido. Por ejemplo, una persona con locus de control externo atribuye su felicidad a otra persona o a la situación.
Actividades sugeridas
- Haz una lista de tus justificaciones más frecuentes.
- Reflexiona si entre las razones que evitan el logro de alguna de tus metas se encuentra: Apatía, frustración, temor al fracaso, procrastinación, falta de conocimientos para realizar las tareas que la meta requiere...
- Reflexiona honestamente, sobre hacia donde se orienta tu Locus de Control; y de ser necesario busca ayuda profesional.